humanista.es.

humanista.es.

La metanarrativa y el postmodernismo

Tu banner alternativo

Introducción

El postmodernismo es una corriente cultural y literaria que se desarrolló a finales del siglo XX como reacción a los ideales modernistas de la razón, la objetividad y la verdad universal. Esta corriente se caracteriza por la ruptura de los límites del lenguaje y la realidad, buscando la ironía y el juego, y cuestionando las grandes narrativas o metanarrativas que han intentado explicar el mundo. En este artículo, analizaremos la relación entre la metanarrativa y el postmodernismo, y cómo esta corriente ha influido en la literatura y la cultura.

La metanarrativa

La metanarrativa es una narración generalizadora, una teoría o una explicación que pretende abarcar y explicar la totalidad de los acontecimientos y experiencias humanas. En términos literarios, la metanarrativa es la historia o relato que da estructura al texto, y que trata de explicar el mundo en su totalidad. La historia de la humanidad, la religión, la política, la filosofía o la ciencia son ejemplo de metanarrativas. La idea de la metanarrativa proviene de la filosofía de la Ilustración, que sostenía que la razón y la ciencia podían descubrir las leyes universales que gobiernan el mundo. Estas leyes universales servían de base para el desarrollo de las ciencias y la tecnología, y permitían a la humanidad emanciparse de la ignorancia y la superstición, y avanzar hacia el progreso. Sin embargo, a finales del siglo XX, la idea de las grandes narrativas se puso en entredicho. La modernidad, con sus grandes proyectos de liberación, había fracasado y producido horrores como el Holocausto, la guerra fría y el cambio climático. Esto llevó a los postmodernistas a cuestionar las metanarrativas como ficciones elaboradas para ejercer el poder sobre los individuos.

El postmodernismo

El postmodernismo surge como respuesta a la crisis de la modernidad y al fracaso de las grandes narrativas. Esta corriente cultural y literaria se caracteriza por la ausencia de un discurso unificado, la fragmentación y la disolución de los límites entre lenguaje, realidad y cultura. El postmodernismo busca la parodia, el pastiche y la ironía, y rechaza la idea de una verdad universal o de un juicio histórico objetivo. En literatura, el postmodernismo se caracteriza por la deconstrucción de las formas narrativas tradicionales, la subversión de las convenciones literarias y la subjetivización del discurso. Autores como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, John Barth o Kurt Vonnegut son algunos de los grandes exponentes de este movimiento literario.

La posmodernidad de Umberto Eco

Umberto Eco, uno de los grandes pensadores italianos del siglo XX, en su libro “Posdata a la Edad Media” (1975) sostiene que la postmodernidad es una oscilación entre dos extremos: la luz y el fantasma. El autor representa la luz como el idealismo y el deseo de que la humanidad tenga una visión totalizadora del mundo. El fantasma, por otro lado, representa una cierta oscuridad que asola la mente y el corazón de la humanidad, y que nos obliga a cuestionarnos nuestra relación con el mundo. La postmodernidad, según Eco, es el resultado de la oscilación entre estos dos extremos y tiene como base la idea de la fragmentación, la multiplicidad, la inestabilidad y la provisionalidad. Para el escritor italiano, la postmodernidad es la época en que las metanarrativas pierden su credibilidad por la imposibilidad de establecer una verdad universal.

El papel de la literatura en el postmodernismo

En el postmodernismo, la literatura juega un papel fundamental al cuestionar las metanarrativas que han dominado la cultura occidental. La literatura postmoderna rompe con las formas narrativas tradicionales y explora nuevos caminos narrativos que reflejan la complejidad del mundo contemporáneo. En la literatura postmoderna, el lenguaje pierde su función de representación y se convierte en una materia que puede ser modelada y manipulada. Los escritores postmodernos utilizan el lenguaje para crear una nueva realidad textual que subvierte la representación mimética de la realidad y desmitifica las grandes narrativas. La literatura postmoderna también pone en cuestión la idea de autoridad y autoría. Se cuestiona el papel del escritor en la creación de un texto y se defiende la idea del texto como una entidad autónoma que no depende de su creador.

La muerte del autor

El filósofo francés Roland Barthes, en su famoso ensayo “La muerte del autor” (1967), defiende la idea de que el autor ha muerto y que el texto es un lugar donde múltiples voces conviven y dialogan. Para Barthes, el autor no es más que una figura residual, una especie de fetiche que impide la lectura crítica y que da un lugar de privilegio a un individuo en detrimento del texto. La muerte del autor es una idea fundamental en el postmodernismo, ya que cuestiona la idea de autoridad y legitimidad que ha dominado la cultura occidental desde la Edad Media. Esta muerte del autor permite a la literatura pensar en términos de discontinuidad, fragmentación y pluralidad.

Conclusión

En conclusión, podemos decir que la relación entre la metanarrativa y el postmodernismo es compleja y variada. El postmodernismo se ha consolidado como una de las corrientes literarias más importantes del siglo XX, y su impacto en la literatura y la cultura ha sido enorme. El postmodernismo ha cuestionado las grandes narrativas que han intentado explicar el mundo y ha liberado la literatura de los límites y convenciones narrativas tradicionales. La idea de la muerte del autor, la fragmentación y la disolución de los límites entre lenguaje, realidad y cultura son algunas de las características más importantes de la literatura postmoderna. La literatura postmoderna ha creado una nueva realidad textual que refleja la complejidad del mundo contemporáneo y ha permitido a los escritores y lectores pensar en términos de discontinuidad, fragmentación y pluralidad.