humanista.es.

humanista.es.

El positivismo en contraste con el romanticismo

Tu banner alternativo

El positivismo en contraste con el romanticismo

La literatura es un reflejo de la sociedad y sus múltiples corrientes de pensamiento. Dos de las corrientes más conocidas y estudiadas son el positivismo y el romanticismo. Ambas surgieron en el siglo XIX y marcaron una época llena de cambios y transformaciones. A continuación, exploraremos los rasgos más destacados de cada una de ellas y sus diferencias.

El positivismo fue una corriente filosófica que se originó en Francia en la primera mitad del siglo XIX. La principal influencia del positivismo fue el pensamiento de Auguste Comte, quien propuso que el conocimiento humano debía basarse en la observación y la experiencia empírica. El positivismo enfatiza la objetividad y la razón como herramientas para el progreso y el desarrollo humano.

Esta corriente se reflejó en la literatura mediante obras como Madame Bovary, de Gustave Flaubert, que retrata la vida cotidiana de la clase media francesa de la época. La novela se centra en la historia de Emma Bovary, una mujer infeliz con su vida y su matrimonio, que busca la felicidad en amantes y bienes materiales. La obra refleja la falta de esperanza en la sociedad burguesa de la época, así como la falta de valores universales.

Otro ejemplo de literatura positivista es El Hombre Sombra, de Benito Pérez Galdós. Esta novela aborda temas como el poder, la ambición y la corrupción en la España del siglo XIX. La obra refleja el interés del autor por la sociedad y la política, así como su preocupación por el comportamiento humano y la moralidad.

Por otro lado, el romanticismo surgió a finales del siglo XVIII como una corriente cultural que se enfoca en la emoción, la subjetividad y la imaginación. El romanticismo se opone al positivismo y enfatiza la importancia de la libertad individual y la creatividad. El arte romántico se caracteriza por su estilo emotivo y dramático, y su interés por lo misterioso y lo sobrenatural.

La literatura romántica se reflejó en obras como Frankenstein, de Mary Shelley, que cuenta la historia del científico Victor Frankenstein, que crea una criatura a partir de partes de cadáveres. La obra aborda temas como el poder de la ciencia y la moralidad de la creación de vida. Además, la novela reflexiona sobre la soledad y la búsqueda del sentido de la vida.

Otro ejemplo de literatura romántica es Las Flores del Mal, de Charles Baudelaire, una colección de poemas que exploran el lado oscuro y morboso de la naturaleza humana. La obra se enfoca en temas como el amor, el sexo y la muerte, y es considerada una de las obras más influyentes de la poesía moderna.

A pesar de sus diferencias, la literatura positivista y romántica comparten algunos rasgos en común. Ambas corrientes buscan comprender la vida y la naturaleza humana, y reflexionan sobre los valores y la moralidad de la sociedad de la época. Sin embargo, el enfoque y la visión de cada corriente son muy diferentes.

En conclusión, la literatura es un reflejo de la sociedad y sus corrientes de pensamiento. El positivismo y el romanticismo son dos corrientes opuestas que surgieron en el siglo XIX y marcaron una época de cambios y transformaciones. Mientras que el positivismo enfatiza la objetividad y la razón, el romanticismo se enfoca en la subjetividad y la creatividad. Ambas corrientes abordaron temas universales y dejaron un legado importante en la literatura y la cultura del siglo XIX.