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El barroco y la exageración en el arte

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El barroco y la exageración en el arte

Introducción
El barroco es una corriente artística que se desarrolló en Europa desde finales del siglo XVI hasta mediados del siglo XVIII. Se caracteriza por su complejidad y exageración, tanto en la arquitectura como en la pintura, la escultura y otras formas de arte. En este artículo, se examinará cómo la exageración forma parte fundamental del barroco y cómo esta corriente influyó en el arte de su época.

El barroco y la religión
En el siglo XVII, Europa estaba profundamente marcada por la religión. El barroco nació en este contexto y se convirtió en una forma de arte profundamente religiosa. La arquitectura barroca, por ejemplo, se caracteriza por sus monumentales fachadas y sus interiores majestuosos, diseñados para impresionar a los fieles en las iglesias y catedrales.

La exageración se manifiesta en la forma en que los arquitectos y artistas del barroco diseñaron sus obras: todo debía ser grandioso y espectacular. Los edificios barrocos, por ejemplo, a menudo incluyen elementos decorativos como columnas, estatuas y relieves en exceso. La idea era crear un ambiente de asombro y admiración en los visitantes.

El barroco y la naturaleza
Otro aspecto importante del barroco, es su relación con la naturaleza. Los artistas barrocos a menudo retrataban la naturaleza en sus obras, pero lo hacían de manera exagerada. Los paisajes eran dramáticos, con grandes cascadas y montañas imponentes, mientras que las flores y los árboles eran representados en un estilo exagerado y majestuoso.

La idea era mostrar la belleza y el poder de la naturaleza, y contrastarla con la pequeñez y fragilidad del ser humano. Esta exageración de la naturaleza permea también la obra de los pintores barrocos, caracterizados por el uso de la luz y el color para crear un dramatismo que subraya la emotividad de la obra.

El barroco y el sentimiento
El barroco se caracteriza por su fuerte carga emocional, que se refleja en las obras de los artistas. Las figuras humanas retratadas en las pinturas barrocas suelen tener posturas dramáticas, con gestos y expresiones exageradas. Los personajes se muestran frecuentemente en situaciones de sufrimiento, dolor o éxtasis.

Esto refleja la naturaleza de la época, en la que las emociones se consideraban un aspecto fundamental de la humanidad. La idea era mostrar que la existencia humana no era solamente racional, sino también emocional y espiritual. La exageración en las expresiones faciales, el uso de la luz y el color enfatiza estos aspectos emocionales de la obra.

El barroco y la monarquía
Por último, el barroco se relaciona mucho con el poder y la monarquía. El arte barroco se construyó en tiempos en que los reyes y la nobleza eran los principales mecenas de las artes. Por lo tanto, las obras de arte se diseñaban para mostrar el poder, la riqueza y la grandeza de los monarcas.

Las arengas, los retratos y las obras decorativas barrocas representan a menudo mandatos o gestas históricas y son empleados por patrimonios reales para expresarse y posteriormente transmitirse en la historia y arquitectura de sus reinos. Todo ello, es expresado con excesos y detallado esmero, en consonancia con el decibeles de una época en la que era común la vanagloria.

Conclusión
El barroco es una corriente artística que se caracteriza por su exageración y emotividad. La importancia de la religión, la naturaleza, las emociones y las monarquías se manifiestan de manera exuberante en el arte barroco. Sin embargo, esta expresión es el reflejo de una época de crisis religiosa y emocional, que buscaría respuestas a través del arte.

El barroco nos deja un legado en tanto creación artística, aborda temas como la majestuosidad, la solemnidad, la alegría y el dolor a través de la figura humana, la naturaleza y lo religioso. Todo ello con expresivas formas de detallado estilo que se convierten en el mejor registro de la gloriosa fuerza humana.